Este consiste en privarnos de cosas y entretenimientos (que pueden ser útiles y buenos en sí mismos), para dedicarnos a cosas más importantes.
Jesús dijo que «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mt 4,4). Por eso durante la Cuaresma más que nunca nos centramos en el alimento espiritual.
Por eso Francisco el año pasado nos propuso ayunar conscientemente, no solamente de alimento, sino con misericordia. Haciendo que nuestro ayuno esté enfocado en el otro, en una verdadera comunión con Dios. En este 2016 es bueno que volvamos a repensar nuestro ayuno, para que sea fructífero, intenso